Los sims

Me parece que ya he comentado que soy casi adicto a los videojuegos (y digo que casi porque me sobra como 30% para ser 100% adicto) digamos que solo los necesito para no morir de aburrimiento.

En fin, mi primer contacto con los juegos se remontan a mi niñez, pero ya en mi adolescencia, recuerdo que alguien me comento de un videojuego con el cual podías jugar a la casita (al papá, la mamá y los hijitos).

-Yo no soy de ese tipo de juegos - me dije -ha de estar medio aburrido y monótono (yo soy de juegos de estrategia)-. Pero mi hermana dijo: ¡cómpralo! (esa era kokita, así como la ven amante de Ramstein, también fue niña algún tiempo). Ese juego era los SIMS.

Y terminé comprando un juego con gráficos de 2d-3d. Los personajes recreaban la vida común de cualquier persona, con inteligencia artificial.

Objetivo: No morir.

Cómo lograrlo: satisfacer las necesidades de limpieza, alimentación, descanso, etc. Entre otras.

Los medios eran: trabajar, remodelar tu casa con muebles nuevos y ampliando la construcción del hogar, así como convivir con otros sims (incluido el casarse y tener hijos o adoptarlos).

Cuando lo comencé a jugar, vi la gran cantidad de posibilidades, a media noche llegó un asaltante y se robó mí televisión (siempre busco que mi personaje se parezca a mí, así que ya era mí televisión). Quería ascender en el trabajo para comprar nuevos muebles y ampliar la casa para casarme y tener una familia, pero al ver que otros sims se enamoraban de mi (incluidos hombres a los que descubrí que no los podía abrasar amistosamente por que se iban por otro lado), y que se peleaban cuando “veían” que le mostraba cariño a otro sim… al darme cuenta ya llevaba muchas horas de juego.

Pero como todo, me cansé al ver únicamente mi casa, descubrí que en realidad si era muy limitado el juego, así que decidí dejar de jugar y… me enteré que había salido una expansión, más objetos e interacciones (luego otra),citas a distintos lugares y amor, más posibilidades. Cuándo menos me di cuenta mi computadora, tenía más de la mitad del disco duro lleno con el juego, podía ir de vacaciones a tres distintos tipos de destino turístico, tenía mascotas, podía lanzar hechizos e ir de compras, era una super-estrella de la canción, al grado de que un recorrido turístico llevaba sims de otras localidades a conocer mi casa, además de tener mi propio fan que me asediaba noche y día.

Él juego era una droga, en todos los sentidos, pero lo mejor era hacer fiestas en casa y terminarlas con un y una stripper que con sus encantos y seducción, terminaran por hacer que todas las parejas del barrio se separaran llenos de celos. Era adicto y me apenaba mencionarlo, recuerdo que al ir a comprar la última expansión (magia potagia) me encontré a alguien que igual que yo buscaba la expansión, al momento que me escucho pedirla me pregunto: ¿y cómo está tu familia? La mía está de vacaciones, después del divorcio de los padres, y la muerte del perro…

Entonces lo peor… se anuncio la salida de los SIMS 2

y no era una expansión. Lo compré, los gráficos hermosos (aún que tuve que actualizar mi compu), las interacciones maravillosas, monitos con inteligencia artificial mejorada, objetivos en la vida, y genes hereditarios. Las posibilidades eran mil veces mayores pero… sin expansiones, estaba confinado a mi casa y tres tiendas… no jugué más los SIMS.

Ahora los SIMS 1 se veían feos, pero los SIMS 2 eran aburridos, faltaban las expansiones… y no se hicieron esperar, poco a poco regresaron las citas, las vacaciones, las mascotas. Pero también llegó el tiempo de la universidad, los cambios de las estaciones del año, el negocio familiar y muchas cosas más, aun que siempre extrañé a mi fan-acosador personal. Las cosas mejoraban y entonces… se anuncia los SIMS 3.

Se promete un millón de veces mejorado, pero ya lo he vivido, sin expansiones y los primeros, sé que nuevamente serán aburridos. Creo que sé por dónde va la franquicia, expansiones numerosas y cuando más adentro nos tienen... desde cero, porque lo que tienes no sirve. No digo que no se haga (es un negocio a fin de cuentas), pero no compraré más el juego hasta que salga en su versión especial (como se que lo hace) con menos discos, un costo menor, pero sobre todo: algunas expansiones incluidas que lo hagan menos aburrido.

Es imposible negar el fenómeno cuando además de cd’s y artículos por internet así como lanzamientos de autos (de la Ford y otros) en el juego, se ha hecho una serie con Los SIMS 2 (literalmente hecha con el juego, y muy buena por cierto).

Ahora me hice de: “los SIMS, cast away stories”, y debo decir que es el ejemplo de un buen juego, basado en el ya mencionado SIMS 2, pero ubicado en una isla desierta, así es, ahora unos SIMS naufragaron y es necesario ayudarles a vivir en este mundo. El resultado es una mezcla de este juego con un tantito más de rol.

Un solo disco que no tiene expansiones, y… me divertí, la historia justifica la falta de objetos, materiales de construcción, accesorios, y demás cochinaditas que ahora están de más. Uno de mis mejores momentos es ver cómo mi personaje, en un arranque de locura le reclama a un ídolo que encuentra, por tratar de matarlo con una extraña enfermedad. También el momento en el que un mono se me une, y lo pongo a trabajar (ya me imagino como emperador de la ciudad de los simios)… a lo que voy es que espero que estas y las personas que diseñan los juegos, agreguen mejores ideas a sus proyectos, porque la verdad los juegos actuales te entretienen, pero esa diversión de la simpleza de los juegos de antaño se ha ido, cuando divertir no eran graficos y detalles, cuando lo divertido era pegarle a un cuadro (supuesta pelota), con una barra (supuesta paleta) en un fondo de un solo color.